Bienvenidos a mi blog de viajes, aventuras e historias viajeras, espero poder servir de inspiración a otros viajeros a los que como yo, les apasiona viajar y conocer mundo, empaparse de otras culturas y conquistar territorios. Vivir para viajar y viajar para vivir, te vienes conmigo..?
Perdidos en Tunez
Anfiteatro de El Djem, el mayor coliseo de Africa. Una joya arqueológica de Tunez Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1979.
Pasear por su arena nos hace sentirnos como gladiadores de aquella epoca, es impresionante si lo recorres entero.
Pasar una noche durmiendo en una jaima en el desierto del Sahara es algo único sobretodo si la compañía son unos autenticos bereberes, ver el amanecer allí también es algo muy especial y tomar de desayuno un Tagoula, pan bereber cocido bajo la arena hacen esta experiencia inolvidable.
Un pedacito de Cuba.
Desde la Habana a Varadero, recorrimos la mitad practicamente de esta hermosa isla, pero nos fuimos contentos de saber quedaba la otra mitad y de que algún día volveremos a encontrarnos, siempre Cuba.
Alojarse en el barrio de Vedado, tiene la ventaja de que si te gusta patear tienes todo un precioso Malecón para llegar hasta la Habana Vieja, y coger si te apetece un taxi como el de la foto que después de unos 5.6 km de caminata, admirando sus casas viejas, divisando el Cristo de la Habana, viendo el Museo de la Revolución y un poco más adelante el del Rón Havana Club.
Un día entero no te bastará para recorrer sus hermosas callejuelas y encontrar la esencia de su gente, pero sí 5 días de charla con los lugareños te hará entender muchas cosas bellas y no tan bellas de este país de contrastes y contradicciones.
Una excursión de un día a a Viñales, merece la pena para contemplar este precioso valle Patrimonio de la Humanidad desde 1999, es un auténtico viaje cubano, el autobús tarda unas 3 horas y media y llegarás a un lugar idílico, puedes ver el Mural de la Prehistoria a unos 4 km de Viñales, y representa una de las figuras a cielo abierto más grandes del planeta. Aprovechamos también para visitar una plantación de tabaco, una de las principales fuentes de ingreso de los campesinos de la zona, bien explicado desde el cultivo, a la recogida y el secado para ya acabar haciendo los puros artesanales uno a uno.
Otra excursión muy interesnte que ouedes hacer desde la Habana es ir a La Boca, nosotros lo hicimos en bici y se convierte en un paseo muy agradable con carreteras muy tranquilas.
No podía faltar la excursión a la cuna de la revolución cubana, y en Santa Clara encontramos un claro ejemplo con sus monumentos y el mausoleo del Che Guevara.
Y por último, llegar a Varadero y encontrar el paraiso en sus playas, aunque algo de esencia cubana perdimos en este lugar, por lo que un par de días nos bastaron para relajarnos en uno de sus resorts.
Viva Cuba y Cuba libre
Una vuelta por la Toscana
Llegamos a Pizza como ciudad base para recorrer la linda región de la Toscana italiana, y quizá la ciudad con el monumento más emblemático, su torre inclinada. Un Fiat 500 nos acompaña en este hermoso recorrido y llegamos literalmente con él hasta el mismísimo Duomo de Florencia, zona restringida y peatonal pero que en nuestra aventura fue totalmente accidental pasar con el coche por allí, aunque nos deja un buen recuerdo...En cuanto llegas a Florencia ya sufres el síndrome de Stendhal, al estar expuesto a tanta belleza y cantidad de riqueza artística.
Resumo los pueblos que visitamos:
Lucca, donde destaca su Plaza del Anfiteatro y su famosa cafetería Turandot, merece la pena darse un paseo por sus murallas.
Arezzo, pueblo donde se rodó la primera parte de la película de Roberto Benigni La vida es Bella y que tiene una Piaza Grande impresionante donde está la placa con una pequeña historia de la película. Arezzo no te dejará indiferente porque es una joya renacentista para los amantes del arte y muy animada por las noches.
La gran desconocida Pistoia también merece una visita para relajarse y dejarse llevar por esta ciudad toscana tranquila.
Destaca en Volterra, su campanario desde donde puedes ver toda la ciudad amurallada.
Llegamos a la bella Siena,quizá la más bonita de las ciudades toscanas, su conjunto histórico está declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1995. Destacar su Piazza de Campo, con forma de abanico abierto y los edificios que la componen hacen de este lugar muy pintoresco. En esta plaza se celebra la famosa carrera de caballos el Palio, una celebración medieval en el mes de julio que atrae a miles de turistas.
No puedo acabar este pequeño trocito de la Toscana sin mencionar San Gimignano, pueblo situado en una colina y rodeado de una muralla del siglo III. Pero lo que realmente te impactará es la llegada por la carretera desde donde ya se divisan desde el horizonte unas magníficas torres medievales, hoy se conservan 13 de las 72 que había y es curiosa la diferencia de altura entre ellas, poniendo de claro manifiesto que las que habitaban las familias nobles eran las más ostentosas.
Ciao, otra vez Bella Italia..
Un paseo por la bahía de Txingudi.
--Hondarribia, Irún, Hendaia y Pasaia--
Llegamos al Camping Faro de Higuer un lluvioso y tormentoso día de septiembre para conocer esta bonita zona del País Vasco. Espectacular entorno el de este camping en el Monte Jaizkibel y con vistas al Cantábrico, puedes dormir junto al acantilado con la bravura del mar a tus pies y si la noche es tormentosa como fue nuestro caso, la aventura está asegurada.
Despertarse en este paraje es algo inolvidable, recomiendo este camping para los amantes de la acampada y la naturaleza, paz, serenidad y la cercanía con Hondarribia.
Un sendero de 1 km. por el monte Jaizkibel y paralelo al mar te lleva a la bella Hondarribia. También para los más expertos senderistas, hay otro de unos 20 km. que te lleva a Pasaia-Pasages.
Elegimos el camino corto por ir con niños, y después de un rato de subidas y bajadas por el monte llegamos a Hondarribi portua y a su bonita y calmada playa.
Caminando un poco llegas al barrio de La Marina, con sus casas de colores y ambiente marinero, pero la verdadera esencia está en la Calle Mayor ( Kale Nagusia) , que va desde el Arco de Santa María hasta la Plaza de Armas , edificios singulares y ambiente medieval hacen muy pintoresca la ciudad vieja de Hondarribia.
Bajamos por la Calle San Nikolás y ya estamos en la hermosa plaza de Armas dónde se encuentra el Parador, antiguo castillo medieval de Carlos V, puedes subir a la cafetería en la terraza con unas vistas estupendas al mar, pero si bordeas el ptambién podrás ver el mar y Francia, Hendaya, que está a tan sólo 8 km.
Seguimos nuestro paseo por la parte vieja y aprovechamos para saborear la magnífica gastronómía vasca en una de las numerosas tabernas.
El día es muy lluvioso, por lo que cogemos el coche para acercarnos a Irún y poder ver la Isla de los Faisanes, como dato curioso decir que este pequeño islote en el río Bidasoa es el condominio más pequeño del mundo, pertenece 6 meses a Francia y otros 6 a España. Hacemos un pequeño recorrido por el rio en la parte de Irún contemplando el bonito paisaje verde de la zona e imaginado la vida de estos vecinos franco- españoles separados por el Bidasoa.
Regesamos a Hondarribia para cenar un delicioso pescado de la bahía el barrio de La Marina.
Al día siguiente, cogemos un barco-taxi en el puerto de Hondarribi para llegar a Hendaya, un bonito trayecto de tan sólo 7 minutos en el que puedes contemplar la bahía de Txingudi, se coge en el Paseo Butrón y sólo 2.5 Eur por trayecto. Si te apetece caminar para volver, puedes bordear la bahía en un agradable paseo de 4 km.
Hendaya ofrece 3 kilómetros de playa de fina arena, ideal para el surf.
Sus bonitos edificios de estilo neo vasco y su impresionante castillo, el Chateau Abbadia, no te dejarán indiferente. Hay un hermoso camino, el Chemin de la Baie, sendero paralelo al agua y que cubre una distancia de 14 km. hasta llegar a un puente para cruzar a Irún, por si aún quedan fuerzas para seguir caminando, nosotros nos quedamos recorriendo el Boulevard de la Mer hasta unas formacioes rocosas al final de la playa que son conocidas como las rocas gemelas.
Y para acabar nuestra ruta por esa zona vasca, visitamos la bonita aldea de pescadores de Pasaia-Pasajes. El encanto y autenticidad de este pueblo a orillas del río Oiartzun merecen un buen recorrido sin prisas contemplando sus bonitas casas tradicionales marineras y el gran puerto que conforma esta bahía, una de las más bellas de la costa vasca. En realidad Pasaia, está formada por dos localidades, Pasai de San Pedro y Pasaia Donibane, que comunicadas por tierra la distancia es bastante larga, pero existe una barquita que funciona desde hace siglos para cruzar entre ellas. Interesante es observar el ajetreo del puerto desde alguno de los restaurantes mientras se sabora un delicioso arroz a la vasca. Velada perfecta. Agur.
Una vuelta por el Paris del este, Budapest.
La deslumbrante y fabulosa ciudad de Budapest nos acoge un bonito y soleado día de febrero.
El autobús 100E nos lleva desde el aeropuerto al centro, bajamos en la calle Deak Ter y hambrientos saboreamos una deliciosa y típica goulash soup, emblemático plato húngaro elaborado a base de vacuno con tomates, zanahorias, pimiento, pimentón ( picante sabe más rico ), ajo, zanahorias y patatas, bastante contundente como plato único.
Caminamos hasta nuestro hotel barco cerca del Parlamento y enfrente de la Isla Margarita, pasando por la impresionante Catedral de San Esteban en una bonita plaza desde dónde ya se puede divisar el Danubio, todo recto y llegamos hasta un cruce de tranvías, y después de pasar dos puentes, llegamos al Fortuna Boat, una opción original de alojamiento, es un barco anclado en el Danubio con 42 camarotes y vistas al río:
https://fortunaboat.com
Tarde para caminar por los alrededores del magnífico parlamento ya iluminado y callejear hasta el barrio judio y pasar por el Callejón Gozsdu Urvar con sus 7 patios, que durante la II Guerra Mundial, fue pare del gueto judío y que hoy en día es un lugar mágico y lleno de ambiente con numerosos bares y restaurantes.
Nuestro segundo día en esta fabulosa ciudad, transcurre prácticamente pateando.
Después de un gran desayuno buffet en el Fortuna Boat, cogemos el tranvía 2 que nos acerca al puente blanco de Budapest, el Puente de la Libertad, lo cruzamos para llegar a Buda y hacer el ascenso a la Colina Gellert.
Después de 230 metros y de dejar atrás unas vistas impresionantes, se llega a esta colina donde se encuentran:
La Estatua de la Libertad.
La Estatua a San Gellert.
El Monumento a la Reina Isabel.
La Ciudadela.
Descendemos la colina pàseando hasta Budavar Palace o el Castillo de Buda, se pueden entrar a los jardines y patios de manera gratuita.
Es interesante coger el funicular histórico enfrente del Puente de las Cadenas y pasar por esa bonita parte de Buda hasta llegar a la Iglesia de San Matías y el Bastión de los Pescadores.
Cuando llegas a esta plaza te quedas perplejo ante tanta belleza, la iglesia destaca soberbia, es uno de los edificios más antiguos de Budapest con más de 700 años de historia y de estilo gótico tardío.
Desde el Bastión, se puede ver una bella imagen de Pest con el parlamento sobre el Danubio, es un lugar mágico y perfecto para fotografías de postal, eso sí, tómate tu tiempo que al ser un lugar muy turístico suele estar muy concurrido.
Volvemos en el funicular y cruzamos el Puente de las Cadenas, como en esta cuidad las distancias son bestiales cogemos el metro hasta la parada Astoria para adentrarnos en el barrio judío y esta vez conocer el más famoso Ruin Bar de Budapest, el Szimpla Kert, visita obligada si te apetece este ambiente cultural en un edificio en ruinas, una experiencia fuera de lo normal que no te dejará indiferente.
Para acabar el día, hacemos un crucero nocturno por el Danubio, hay muchas opciones para elegir y los barcos salen de varios muelles en la orilla de Pest.
Lo primero que hacemos el tercer día, es subir a la cúpula de la Iglesia de San Esteban, la más alta de Budapest, dónde unas vistas impresionantes se imponen ante nosotros. Puedes recorrer toda la circunferencia de la cúpula y observar diferentes perspectivas de la ciudad, muy recomendable.
Desde allí cogemos metro hasta la parada Kalvin Ter para dar una vuelta por el Mercado Central, un bonito edificio de cuatro plantas con productos locales, artesanía y buena gastronomía.
Por la tarde hacemos un tour muy interesante por el barrio judío, que pasa por las tres sinagogas más importantes, edificios antiguos alquilados antiguamente por los judíos, pasadizos y callejones.
Hemos reservado el último día de esta escapada para visitar el Balneario de Szechenyi. Caminamos unos 30 minutos desde el hotel hasta el balneario por una zona cercana a las vías del tren y no tan señorial como el resto de la ciudad pero también con encanto.
Tenemos la entrada reservada ya que se forman grandes colas.
Es uno de los baños termales más grandes de Europa con 13 piscinas interiores y 3 exteriores, algunas a 38 grados que hacen las delicias de húngaros y turistas, perfecto para relejarse en nuestro caso después de las grandes pateadas por esta fabulosa ciudad.
El edificio es de una belleza increíble de estilo neoclásico y lleno de columnas, todo un placer haber podido disfrutar de este balneario.
La zona verde que rodea este majestuoso balneario también es digna e visita, es la zona de Pest junto a la Plaza de los Héroes y puedes llegar en metro desde el centro de la ciudad hasta la parada de metro M1 Szechenyi Furdo.
Por la misma zona y en medio de un pequeño bosque, se encuentra el Castillo de Vajdahunyad, una réplica del de Transilvania. Si tienes tiempo, puedes darte una vuelta y encontrarte al conde drácula.
Volvemos a la ciudad en metro y desde Pest cruzamos por última vez el Puente de las Cadenas y encontramos un sitio de cocina judía para cenar, muy barato y platos muy contundentes enfrente del Parlamento. Damos un precioso paseo después por la orilla de Buda con el imponente Parlamento enfrente.
A la mañana siguiente, antes de despedirnos de Budapest y salir hacia el aeropuerto, cruzamos el último puente que nos faltaba por cruzar, el Puente de Margit Hid, y recorremos la Isla Margarita, de 2.5 kms de largo, donde corredores y ciclistas ya están a pleno rendimiento. La isla alberga un pequeño balneario y unas interesantes ruinas dónde está el Sepulcro de la Reina Margarita.
Adiós, Budapest, amor a primera vista.